Lunes 3 de Diciembre (1era semana de Adviento).
LECTURA DEL DÍA
Is 2, 1-5
EVANGELIO DEL DÍA
Mt 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: “Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre mucho”. Él le contestó: “Voy a curarlo”.
Pero el oficial le replicó: “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: ‘¡Ve!’, él va; al otro: ‘¡Ven!’, y viene; a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace”.
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: “Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos”.Palabra del Señor, Gloria a Ti Señor Jesús.
Comentarios: No sabemos el nombre del centurión ni otro dato mas, solo que tenia a uno de los suyos enfermo, había escuchado de Jesús y eso solo le bastaba para confiar que lo sanaría. Millones de personas encontraron su paz al conocer la Palabra y la misión de llevarla no ha terminado, apenas estamos iniciando. Llevarla con alegría e ir madurando con ella, y no trata de hacer algo extraordinario: es llevarla desde nuestra realidad: trabajo, familia, vecindario, parroquia etc.